Todo sucede en el pueblo de Daggerhorn. Por décadas, los habitantes han vivido bajo la amenaza de un lobo que caza por los alrededores. La solución consistió en sacrificar un animal por mes para calmar el hambre de la bestia y mantener, de esta manera, una especie de pacto. Sin embargo, una noche de luna llena, el lobo cobra, por primera vez, la sangre de una víctima humana; la hermana mayor de Valerie (Amanda Seyfried), una hermosa joven que enfrenta otro tipo de problemas.
Sus padres arreglaron su casamiento con Henry (Max Irons), el hijo de una de las familias más ricas de Daggerhorn, pero Valerie, está enamorada de Peter (Shiloh Fernández), un humilde leñador al que conoce hace años y con quien sueña comenzar una familia propia.
Mientras las víctimas del lobo siguen cayendo, los habitantes deciden recurrir al padre Solomon (Gary Oldman), experto en amenazas de ese tipo. La llegada del salvador sólo sirvió para desatar nuevas interrogantes, pues Solomon afirmaba que el lobo caminaba en dos patas durante el día y que podría ser cualquiera de los residentes. Con la llegada de una nueva luna llena y a medida que el pueblo se inundaba de sospechas y temor, Valerie idea un plan para escapar junto a Peter de su prometido y el asedio de sus padres, al tiempo que descubre que este tiene una rara conexión con la bestia; una que podría jugarle a favor o para su desgracia.